LA
VIDA HUMANA, SAGRADO DON DE DIOS.
El
Señor nos ha dado el don de la vida, debemos agradecer a Él por
cada segundo que nos ha permitido vivir y saber que no podemos
disponer de este don de la vida, no podemos quitárnosla nosotros
mismos, sino esperar hasta el último momento de vida que Dios
determine que vivamos, Así como nuestra propia vida es sagrada,
también lo es la de los demás. Por eso quien atente contra la vida
de otro enfrenta la pena que impongan las leyes. Sin embargo en
nuestros tiempos se está asesinando muchos niños en el vientre de
sus madres por el aborto provocado.
La
vida comienza desde que se unen el óvulo y el espermatozoide y se da
la concepción.
Son
asesinatos silenciosos de seres humanos particularmente vulnerables.
Debemos
tomar conciencia de esto que sucede, no para juzgar sino para hacer
algo por tantos hermanos nuestros no nacidos que no pueden
defenderse.
Podemos
orar para que estas vidas se conserven, ponernos de parte de la vida
cuando en nuestras conversaciones se aborde el tema, si nos es
posible dar un buen consejo.
Orar
también por las personas involucradas en estos abortos. Que como
dijo Jesús en la cruz no saben lo que hacen y también sufren
consecuencias, daños sicológicos, dolor y muerte espiritual, porque
han caído en un pecado grave.
Nuestro
Dios es misericordioso y perdona cualquier pecado por grave que sea
si acudimos al sacramento de la confesión.
Oremos
por estas personas y démosle voz a los que no tienen voz.
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