martes, 4 de marzo de 2014

Consagración total a Jesús por manos de María



















 Consagración a la Virgen o más bien dicho a Jesús por manos de María según San Luis María de Monfort.
Se comienza 33 días antes del 25 de marzo, que es día de la anunciación. Se utilizan 12 días en vaciarse del espíritu del mundo y tres semanas en llenarse de Jesucristo por medio de María.
Doce días:
Se emplean doce días en vaciarse de espíritu del mundo, contrario al de Jesucristo.
(Para ello lo que yo hago es tratar de no pecar, de no tener entretenimientos inútiles que me aparten de Dios, también podría ser estar unidos a Dios en la oración.)
Primera semana:
Dedicarán todas sus oraciones y actos de piedad a pedir el conocimiento de sí mismos haciéndolo todo con espíritu de humildad.
Meditar estos tres pensamientos: ”Piensa en lo que fuiste, un poco de barro; en lo que eres un poco de estiércol; en lo que serás: pasto de gusanos”
Rogarán al Señor y al Espíritu Santo que los ilumine diciendo:¡Que yo te conozca! ó ¡Ven, Espíritu Santo! Dirán todos los días las letanías del Espíritu Santo, el himno Salve estrella del mar y las letanías de la santísima Virgen.
Segunda semana:
Se dedicarán en todas sus oraciones y obras del día a conocer a la Santísima Virgen, pidiendo ese conocimiento al Espíritu Santo.
(Leer y meditar lo que se dice de ella en el tratado de la verdadera devoción a la santísima Virgen de san Luis María de Monfort.)
Rezar con esta intención las letanías del Espíritu Santo, el rosario (veinte misterios) o la cuarta parte de él (cinco misterios).
Tercera semana:
Dedicarán la tercera semana a conocer a Jesucristo, (Leer y meditar lo dicho en el libro “tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen)
Rezar la oración de san Agustín que se lee hacia el comienzo de la segunda parte vdev.67(los párrafos del libro están numerados, esta oración está en el número 67)
Podrán repetir una y mil veces con el mismo santo: ¡Que yo te conozca Señor¡ ó ¡Señor sepa yo quien eres tú¡
Rezar las letanías del Espíritu Santo, el himno salve estrella del mar y las letanías del santo nombre de Jesús.
Al concluir las tres semanas:
Se confesarán y comulgarán con la intención de entregarse a Jesucristo, en calidad de esclavos de amor, por las manos de María.
Y después de la comunión- que procurarán hacer según el método que expondré más tarde (está escrito más adelante)- recitarán la fórmula de consagración.
Es importante que la escriban ó la hagan escribir si no está impresa y la firmen ese mismo día.
Es importante también que pague en ese día algún tributo a Jesucristo y a su santa Madre, ya como penitencia por su infidelidad al compromiso bautismal, ya para patentizar su total dependencia de Jesús y de María .Ejemplo un ayuno, una mortificación, una limosna, un cirio, aunque sea un alfiler con tal que lo den de todo corazón, sería bastante para Jesús que sólo atiende a la buena voluntad.
Al menos en cada aniversario, renovarán dicha consagración, observando las mismas prácticas durante tres semanas.
(San Luis María recomienda llevar cadenillas de hierro para recordar la esclavitud de amor ya sea en el cuello los brazos ó los pies, puede ser también un rosario, una medalla de la Virgen ó un crucifijo previamente bendecidos).
Todos los meses y aún todos los días renovar su entrega con estas pocas palabras: ”Soy todo tuyo y cuanto tengo es tuyo, oh mi amable Jesús, por María, tu madre Santísima”
LETANÍAS DEL ESPÍRITU SANTO


Señor, ten piedad de nosotros (2).
Cristo, ten piedad de nosotros (2).
Señor, ten piedad de nosotros (2).
Cristo, óyenos (2).
Cristo, escúchanos (2).
Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, redentor del mundo,
Dios Espíritu Santo,
Trinidad santa, que eres un solo Dios,
Espíritu, que procedes del Padre y del Hijo,
Espíritu santo, que al comienzo de la creación, planeando sobre las aguas las fecundaste,
Espíritu, por cuya inspiración han hablado los santos hombres de Dios,
Espíritu, cuya unción nos enseña todas las cosas,
Espíritu, que das testimonio de Cristo,
Espíritu de la Verdad, que nos instruyes sobre todas las cosas,
Espíritu, que sobreviniste sobre María,
Espíritu del Señor, que llenas el orbe,
Espíritu de Dios, que habitas en nosotros,
Espíritu de sabiduría y de entendimiento,
Espíritu de consejo y fortaleza,
Espíritu de ciencia y de piedad,
Espíritu de temor del señor,
Espíritu de gracia y de misericordia,
Espíritu de fuerza, dilección y sobriedad,
Espíritu de fe, esperanza, amor y paz,
Espíritu de humildad y castidad,
Espíritu de benignidad y mansedumbre,
Espíritu de gracia multiforme,
Espíritu, que escrutas hasta los secretos de Dios,
Espíritu, que ruegas por nosotros con gemidos inenarrables,
Espíritu que descendiste sobre Cristo en forma de paloma,
Espíritu, en el cual renacemos,
Espíritu que difundes la caridad en nuestros corazones,
Espíritu de adopción de los hijos de Dios,
Espíritu, que apareciste sobre los Apóstoles en lenguas de fuego,
Espíritu, que colmó a los Apóstoles,
Espíritu, que distribuyes tus dones a cada uno como quieres,
Muéstrate propicio, perdónanos, Señor,
Muéstrate propicio, escúchanos Señor,
De todo mal, Líbranos Señor,
De todo pecado,
De las tentaciones e insidias del demonio,
De toda presunción y desesperación,
De la resistencia a la verdad conocida,
De la obstinación y de la impenitencia,
De toda impureza,
Del espíritu de fornicación,
De todo espíritu malo,
Por tu eterna procesión del Padre y del Hijo,
Por tu descenso sobre Cristo en el Jordán,
Por tu descenso sobre los Apóstoles,
En el día del juicio, Pecadores, te rogamos, óyenos,
Que así como vivimos por el Espíritu, obremos también por el Espíritu,
Que recordando que somos templo del Espíritu Santo, no lo profanemos,
Que viviendo según el Espíritu, no cumplamos los deseos de la carne,
Que por el Espíritu mortifiquemos las obras de la carne,
Que no te contristemos a Ti, Espíritu Santo de Dios,
Que seamos solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz,
Que no creamos a todo espíritu,
Que probemos a los espíritus, si son ó no de Dios,
Que te dignes renovar en nosotros el espíritu de rectitud
Que nos confirmes con tu espíritu soberano,
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor,
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos Señor,
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros,
Oremos: El espíritu que procede de Ti, Señor, ilumine nuestras almas y, según la promesa de tu Hijo, nos dé a conocer toda la verdad, Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.


OH SANTA MARÍA DE MARES ESTRELLA
Oh Santa María,
De mares estrella,
Virgen de Dios Madre
Y del Cielo Puerta.

Retomando el Ave
Que Gabriel te diera,
La paz corrobora,
Cambia el nombre de Eva.

Al ciego ilumina
Y libra al cautivo,
Ahuyenta los males,
Da bienes divinos.

Haz ver que eres Madre,
Por ti nuestras preces
reciba El que es tuyo
Y ser nuestro quiere.

Bendita Señora,
La más dulce y buena
Borrando el pecado,
Endulza las penas.

Danos vida santa
Y recto camino,
Para que en el Cielo
Veamos a tu Hijo.

Gloria al Padre eterna,
gloria a Jesucristo,
gloria al Santo Espíritu
Y gloria a los Tres. Amén.
LETANÍAS DE LA SANTÍSIMA VIRGEN
Señor, ten piedad de nosotros (2 veces)
Cristo, ten piedad de nosotros (2 veces)
Señor, ten piedad de nosotros  (2 veces)
Cristo, óyenos (2 veces)
Cristo, escúchanos (2 veces)
Dios, Padre Celestial, ten piedad de nosotros,
Dios, Hijo Redentor del mundo,
Dios, Espíritu Santo,
Trinidad Santa que eres un solo Dios,
Santa María, ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios,
Santa virgen de las vírgenes,
Madre de Jesucristo,
Madre de la Iglesia,
Madre de la divina gracia,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre virgen,
Madre sin mancha,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Virgen prudentísima,
Virgen venerable,
Virgen laudable,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de la sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso digno de honor,
Vaso insigne de devoción,
Rosa mística,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la alianza,
Puerta del Cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,,
Refugio de los pecadores,
Consuelo de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los ángeles,
Reina de los Patriarcas,
Reina de los Profetas,
Reina de los Apóstoles,
Reina de los Mártires,
Reina de los confesores,
Reina de las vírgenes,
Reina de todos los Santos,
Reina concebida sin pecado original,
Reina asunta al cielo,
Reina del Santísimo Rosario,
Reina de la paz,
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos Señor,
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos Señor,
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros,
Ruega por nosotros Santa madre de Dios. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Oremos: Te rogamos, Señor que nos concedas a nosotros tus siervos, gozar de perpetua salud de alma y cuerpo, y por la intercesión de la Bienaventurada, Virgen María, seamos librados de la tristeza presente y disfrutemos de la alegría eterna. Por Jesucristo Nuestro Señor. R. Amén.
SANTO ROSARIO
Misterios gozosos (Lunes y sábado)
PRIMER MISTERIO GOZOSO: La anunciación.
Lucas 1,28:
El ángel le dijo a María:” Salve llena de gracia, el Señor es contigo”.
1 Padrenuestro, 10 avemarías y un gloria.
SEGUNDO MISTERIO GOZOSO: La Visitación.
Lucas 1 del 41 al 42.
Así que oyó Isabel el saludo de María, se llenó del Espíritu Santo, y clamó con fuerte voz:” ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre¡”
1 Padrenuestro, 10 avemarías y un gloria.
TERCER MISTERIO GOZOSO: El nacimiento del niño Jesús en Belén.
Lucas 2,7:
María dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, por no haber sitio para ellos en la posada.
1 Padrenuestro, 10 avemarías y un gloria.
CUARTO MISTERIO GOZOSO: La presentación del niño Jesús en el templo.
Lucas 2,22:
Así que se cumplieron los días de la purificación, conforme a la ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarlo al Señor.
1Padrenuestro,10 avemarías y un gloria.
QUINTO MISTERIO GOZOSO: El niño Jesús perdido y hallado en el templo.
Lucas 2,46:
Y a los tres días, lo encontraron en el Templo, sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles.
1Padrenuestro, 10 avemarías y un gloria.
MISTERIOS LUMINOSOS (JUEVES)
PRIMER MISTERIO LUMINOSO: El Bautismo del Señor en el Jordán.
Mateo 3,16:
En ese momento se abrieron los cielos y vió al Espíritu de Dios descender como una paloma y dirigirse hacia Él.
1Padrenuestro,10 avemarías y un gloria.
SEGUNDO MISTERIO LUMINOSO: Cristo se revela a sus discípulos en las bodas de Caná .
Juan 2,7-8:
Jesús dijo a los sirvientes: ”Llenen de agua las tinajas” y las llenaron hasta el borde…”Saquen ahora agregó Jesús”.
1Padrenuestro, 10 avemarías y 1gloria.
TERCER MISTERIO LUMINOSO: El anuncio del reino invitando a la conversión.
Marcos 1 ,14-15
Jesús se marchó a Galilea a proclamar el evangelio de Dios. Decía: ”Se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios, conviértanse y crean en el Evangelio.
1Padrenuestro,10 avemarías y un gloria.
CUARTO MISTERIO LUMINOSO: La transfiguración.
Marcos 9 del 2 al 3:
“Seis días después Jesús tomó consigo a Pedro, Santiago y Juan y los llevó a ellos solos a un monte elevado. Allí se transfiguró en presencia de ellos. Sus vestiduras se volvieron resplandecientes, tan blancas como nadie en el mundo podría blanquearlas.”
1Padrenuestro, 10 avemarías y un gloria.
QUINTO MISTERIO LUMINOSO: La institución de la eucaristía.
Mateo 26, 26-28:
Jesús tomó el pan dió gracias, lo partió y lo dió a sus discípulos diciendo: ”Esto es mi cuerpo…”Hizo lo mismo con la copa diciendo: ”Esta copa es la Nueva Alianza sellada con mi Sangre que se derrama por ustedes”.
1Padrenuestro 10 avemarías y un gloria.
MISTERIOS DOLOROSOS(Martes y viernes)
PRIMER MISTERIO DOLOROSO: La oración de Nuestro Señor Jesucristo en el huerto.
Lucas 22 del 44 al 45.
Y sudó como gruesas gotas de sangre, que corrían hasta la tierra. Levantándose de la oración, vino a los discípulos y los encontró dormidos por efecto de la tristeza.
1Padrenuestro,10 avemarías y un gloria.
SEGUNDO MISTERIO DOLOROSO: La flagelación de Nuestro Señor Jesucristo.
Juan 19,1:
Tomó entonces Pilatos a Jesús y mandó azotarlo.
1Padrenuestro y 10 avemarías
TERCER MISTERIO DOLOROSO: La coronación de espinas de Nuestro Señor Jesucristo.
Mateo 27 del 28 al 29:
Y despojándolo de sus vestiduras, le echaron encima un manto de color púrpura, y tejiendo una corona de espinas se la pusieron sobre la cabeza y en la mano derecha una caña.
CUARTO MISTERIO DOLOROSO: Nuestro Señor Jesucristo con la cruz a cuestas.
Juan 19,17:
Tomaron, pues, a Jesús y, El cargando con su cruz, salió hacia el lugar llamado Calvario, en hebreo Gólgota.
QUINTO MISTERIO DOLOROSO: La Crucifixión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo.
Lucas 23,46:
Jesús, dando un fuerte grito, exclamó: ”Padre, en tus manos encomiendo mi Espíritu”; y diciendo esto, expiró.
1Padrenuestro, 10 avemarías y un gloria.
MISTERIOS GLORIOSOS (miércoles y domingo)
PRIMER MISTERIO GLORIOSO (La resurrección de nuestro Señor Jesucristo)
Marcos 16,6:
Resucitó. No está aquí. Miren el lugar donde lo pusieron.
1Padrenuestro, 10 avemarías y un gloria.
SEGUNDO MISTERIO GLORIOSO: La ascensión de Nuestro Señor Jesucristo a los cielos.
Marcos 16,19:
Entonces el Señor, después de haberles hablado, fue elevado al cielo, y está sentado a la diestra de Dios.
1Padrenuestro ,10 avemarías y un gloria.
TERCER MISTERIO GLORIOSO: La venida del Espíritu Santo sobre la Santísima Virgen María y los apóstoles.
Hechos 2,2:
Se produjo de repente un ruido proveniente del cielo como el de un viento que sopla impetuosamente, que invadió toda la casa en que residían.
1Padrenuestro, 10 avemarías y un gloria.
CUARTO MISTERIO GLORIOSO: La asunción de la Santísima Virgen a los cielos.
Apocalipsis 12,1:
Apareció en el cielo una figura portentosa, una mujer vestida del sol, con la luna por pedestal.
1Padrenuestro, 10 avemarías y un gloria.
QUINTO MISTERIO GLORIOSO: La coronación de la Santísima Virgen como Reina del cielo y de todo lo creado.
Apocalipsis 12,1:
Sobre su cabeza una corona de doce estrellas.
1Padrenuestro, 10 avemarías y un gloria.
AL CONCLUIR LOS CINCO MISTERIOS DEL DÍA SE REZAN 1PADRENUESTRO Y TRES AVEMARÍAS POR LAS INTENCIONES DEL SANTO PADRE Y LUEGO LA SALVE REGINA.
vDev 67 ORACION DE SAN AGUSTÍN:
Para alcanzar de tu misericordia
una verdadera devoción hacia tu Santísima Madre
y difundir esta devoción por toda la tierra,
concédeme amarte ardientemente
y acepta para ello
la súplica inflamada
que te dirijo con San Agustín
y tus verdaderos amigos:
“Tu eres, oh Cristo,
mi Padre Santo, mi Dios misericordioso,
mi rey poderoso, mi buen pastor,
mi único maestro, mi mejor ayuda,
mi amado hermosísimo, mi pan vivo,
mi sacerdote por la eternidad,
mi guía hacia la patria,
mi luz verdadera, mi dulzura santa,
mi camino recto, mi Sabiduría preclara.
mi humilde simplicidad, mi concordia pacífica,
mi protección total, mi rica heredad,
mi salvación eterna…
¡Cristo Jesús, Señor amabilísimo¡
¿Porqué habré deseado durante la vida
 algo fuera de ti mi Jesús y mi Dios?
¿Dónde me hallaba cuando no pensaba en ti?
Anhelos todos de mi corazón,
inflámense y debórdense desde ahora
hacia el Señor Jesús,
corran que mucho se han retrasado,
aoresúrense hacia la meta,
busquen a quien buscan,
¡Oh Jesús¡ !Anatema quien no te ame¡
¡Reboce de amargura quien no te quiera¡
¡Dulce Jesús,
 que todo buen corazón dispuesto a la alabanza,
te ame,
se deleite en ti,
se admire ante ti¡
¡Dios de mi corazón¡
¡Herencia mía, Cristo Jesús¡
¡Desfallezca el latir de mi corazón¡
Vive señor en mí,
enciéndase en mi pecho
la viva llama de tu amor,
acrézcase en incendio;
arda siempre en el altar de mi corazón,
queme en mis entrañas,
incendie lo íntimo de mi alma,
 y que en el día de mi muerte
comparezca yo consumado en tu presencia.
Amén.
LETANÍAS DEL SANTO NOMBRE DE JESÚS
Señor, ten piedad de nosotros (2).
Cristo, ten piedad de nosotros (2).
Señor, ten piedad de nosotros (2)
Jesús, óyenos (2).
Jesús, escúchanos (2).
Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo.
Dios Espíritu Santo,
Trinidad Santa, que eres un solo Dios,
Jesús, Hijo del Dios vivo,
Jesús, esplendor del Padre,
Jesús, brillante blancura de la luz eterna,
Jesús, Rey de la gloria,
Jesús, Sol de justicia,
Jesús, Hijo de María Virgen,
Jesús, amable,
Jesús, adorable,
Jesús, Dios fuerte,
Jesús, Padre del siglo futuro,
Jesús, Ángel del gran consejo,
Jesús, potentísimo,
Jesús, pacientísimo,
Jesús, obedientísimo,
Jesús, manso y humilde de corazón,
Jesús, que amas la castidad,
Jesús, que amas a todos los hombres,
Jesús, Dios de paz,
Jesús, modelo de las virtudes,
Jesús, celador de las almas,
Jesús, Dios nuestro,
Jesús, refugio nuestro,
Jesús, padre de los pobres,
Jesús, tesoro de los fieles,
Jesús, buen pastor,
Jesús, luz verdadera,
Jesús, Sabiduría Eterna,
Jesús, bondad infinita,
Jesús, Camino y Vida nuestra,
Jesús, Rey de los Patriarcas,
Jesús, alegría de los Angeles,
Jesús, Maestro de los Apóstoles,
Jesús, Doctor de los Evangelistas,
Jesús, fortaleza de los Mártires,
Jesús, luz de los Confesores,
Jesús, pureza de las vírgenes,
Jesús, corona de todos los santos,
Muéstrate propicio, perdónanos Jesús.
Muéstrate propicio, escúchanos Jesús.
De todo mal, líbranos Señor.
De todo pecado,
De tu ira,
De las insidias del diablo,
Del espíritu de fornicación,
De la muerte eterna,
Del menosprecio de tus inspiraciones,
Por el misterio de tu santa Encarnación,
Por tu natividad,
Por tu santa infancia,
Por tu vida totalmente divina,
Por tus trabajos,
Por tu pasión y muerte,
Por tu cruz y tu abandono,
Por tu muerte y sepultura,
Por tu Resurrección,
Por tu Ascención,
Por tus alegrías,
Por tu gloria,
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos Jesús,
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos Jesús,
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.
V. Bendito sea el nombre del Señor.
R. Ahora y por siempre.
Oremos: Señor Jesucristo, que dijiste: ”Pidan y les darán, busquen y hallarán, toquen a la puerta y les abrirán”. te pedimos nos enseñes a responder a tu divino amor, para que amándote de todo corazón, con hechos y palabras, no nos cansemos nunca de alabarte. A Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
PRÁCTICA DE LA CONSAGRACIÓN TOTAL EN LA SAGRADA COMUNIÓN.
A/. Antes de la Comunión
PRIMERO: Humíllate profundamente delante de Dios.
SEGUNDO: Renuncia a tus malas inclinaciones y a tus disposiciones, por buenas que te las haga ver el amor propio.
TERCERO: Renueva tu consagración diciendo “Soy todo tuyo, oh María, y cuanto tengo es tuyo”.
CUARTO: Suplica a esta bondadosa madre que te preste su corazón para recibir en él a su Hijo con sus propias disposiciones. Le harás notar cuánto importa a la gloria de su Hijo que no entre en un corazón tan manchado e inconstante como el tuyo, que no dejaría de menoscabar su gloria y hasta llegaría a apartarse de él. Pero que si ella quiere venir a morar en ti para recibir a su Hijo, puede hacerlo, por el dominio que tiene sobre los corazones, y que su Hijo será bien recibido por ella sin mancha ni peligro de que sea rechazado :”Teniendo a Dios en medio, no vacila” (salmo 45,6).
Dile,  con absoluta confianza que todos los bienes que le has dado valen poco para honrarla. Pero  que, por la Sagrada Comunión, quieres hacerle el mismo obsequio que le hizo el Padre Eterno: obsequio que la honrará más que si le dieses todos los bienes del mundo.
Dile, finalmente, que Jesús que la ama en forma excepcional, desea todavía complacerse y descansar en Ella, aunque sea en tu alma, más sucia y pobre que el establo en donde Jesús se dignó nacer porque ahí estaba Ella.
Pídele su corazón con estas tiernas palabras:”!Tú eres mi todo, oh María, préstame tu corazón¡
B/. En la Comunión.
Dispuesto ya a recibir a Jesucristo, después del Padre Nuestro, le dirás tres veces: ”Señor, no soy digno de que entres en mi casa…”como si dijeses, La primera vez al Padre Eterno que no eres digno de recibir a su Hijo único, a causa de tus malos pensamientos e ingratitudes para con un Padre tan bueno, pero que ahí está MARÍA, SU ESCLAVA, QUE RUEGA POR Ti y te da confianza y esperanza singulares ante su Majestad: Porque tú sólo me das seguridad.(salmo 4,10)
Al Hijo le dirás: Señor no soy digno, etc.”, Que no eres digno de recibirle a causa de tus palabras inútiles y malas y de tu infidelidad en su servicio, pero que no obstante, le suplicas tenga piedad de ti, que le introducirás en la casa de su propia Madre que es también tuya y que no le dejarás partir hasta que venga a habitar en Ella: “Cuando encontré el amado de mi alma; lo abracé y no lo soltaré más hasta que lo haya hecho entrar en la casa de mi madre..” (Cantares 3,4). Ruégale que se levante y venga al lugar de su reposo y al arca de su santificación: “Levántate, Señor, ven a tu mansión; ven con el arca de tu poder” (salmo 131,8). Dile que no confías lo más mínimo en tus méritos, ni en tus fuerzas y preparaciones-como Esaú- sino en los de María, tu querida madre-como el humilde Jacob en los cuidados de Rebeca; que por muy pecador y Esaú que seas, te atreves a acercarte a su santidad, apoyado y adornado con los méritos y virtudes de su Santísima Madre.
Al Espíritu santo le dirás: ”Señor, no soy digno…”, que no eres digno de recibir la obra maestra de su amor a causa de la tibieza y maldad de tus acciones y de la resistencia a sus inspiraciones, pero que toda tu confianza es María, su fiel Esposa. Dile con san Bernardo: Ella es mi suprema confianza y la única razón de mi esperanza”. Puedes también rogarle que venga a María su indisoluble Esposa. Dile que su seno es tan puro y su corazón está tan inflamado como nunca y que si no desciende a tu alma, ni Jesús ni María podrán formarse en ella ni ser dignamente hospedados.
Después de la Comunión.
Después de la Sagrada Comunión, estando recogido interiormente y cerrados los ojos, introducirás a Jesucristo en el Corazón de María. Se lo entregarás a su Madre, quien lo recibirá amorosamente, lo colocará dignamente, lo amará perfectamente, lo abrazará estrechamente y le rendirá en espíritu y verdad muchos obsequios que desconocemos a causa de nuestras espesas tinieblas.
O te mantendrás, profundamente humillado dentro de ti mismo, en presencia de .Jesús que mora en María. O permanecerás como el esclavo a la puerta del palacio del Rey, quien dialoga con la Reina. Y mientras ellos hablan entre sí, dado que no te necesitan, subirás en espíritu al cielo e irás por toda la tierra a rogar a las criaturas que den gracias, adoren y amen a Jesús y a María en nombre tuyo: Vengan adoremos (salmo 94,6).
O pedirás tú mismo a Jesús, en unión de María, la llegada de su reino a la tierra, por medio de su Santísima Madre, o la Divina Sabiduría, o el amor Divino, o el perdón de tus pecados ,o alguna otra gracia, pero siempre en María y por María, diciendo, mientras fijas los ojos en tu miseria :”No  mires, Señor, mis pecados” sino las virtudes y méritos de María. Y acordándote de tus pecados, añadirás: “Algún enemigo lo ha sembrado”  (Mateo 13,28) Yo, que soy mi mayor enemigo; yo cometí esos pecados. O también :”Hazme justicia, oh dios, defiende mi causa contra gente sin piedad, sálvame del hombre traidor y malvado” (salmo 42,1) que soy yo mismo. O bien :”Jesús mío, conviene que tú crezcas en mi alma y que yo disminuya (Juan 3,30). María es necesario que tú crezcas en mí y que yo sea menos que nunca .¡Oh Jesús! ¡Oh María! ¡Crezcan en mí! ¡Multiplíquense fuera, en los demás!.
Hay mil pensamientos más que el espíritu Santo sugiere y te sugerirá también a Ti, si eres verdaderamente hombre interior, mortificado y fiel a la excelente y sublime devoción que acabo de enseñarte. Pero, acuérdate que cuanto más permitas a María obrar en tu Comunión, tanto más será glorificado Jesucristo, y que tanto más dejarás obrar a María para Jesús y a Jesús para María, cuanto más profundamente te humilles y los escuches en paz y  silencio, sin inquietarte por ver, gustar o sentir. Porque el justo vive en todo de la fe y particularmente en la sagrada Comunión, que es acto de fe:” El justo mío, si cree vivirá” (hebreos 10,38).



CONSAGRACION

De sí mismo a Jesucristo, la Sabiduría encarnada, por las manos de María.
¡Sabiduría eterna y encarnada!, amabilísimo y adorable Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, Hijo único del Padre eterno y de María siempre Virgen!
Te adoro profundamente en el seno y esplendores del Padre durante la eternidad, y en el seno virginal de María, tu dignísima Madre, en el tiempo de la Encarnación.
Te doy gracias por haberte anonadado, tomando forma de esclavo para liberarme de la cruel esclavitud del demonio.
Te alabo y glorifico por haberte sometido libremente y en todo a María, tu Santa Madre, para hacerme por ella tu esclavo fiel.
Pero ¡ah!, ingrato e infiel como soy, no he cumplido contigo los votos y promesas que tan solemnemente te hice en el Bautismo, no he cumplido mis obligaciones: no merezco llamarme hijo ni esclavo tuyo.
Y no habiendo en mí nada que no merezca tu rechazo y tu cólera, no me atrevo a acercarme por mí mismo a tu santa y augusta Majestad.
Por ello acudo a la intercesión y misericordia de tu Santísima Madre. Tú me la has dado como mediadora ante Ti. Yo espero alcanzar de Ti, por mediación suya, la contrición y el perdón de mis pecados, y la adquisición y conservación de la Sabiduría.
Te saludo, pues, María inmaculada, tabernáculo viviente de la Divinidad, en donde la Sabiduría eterna, escondida, quiere ser adorada por ángeles y hombres.
¡Te saludo, Reina del Cielo y de la tierra!: a tu imperio está sometido cuanto está debajo de Dios.
¡Te saludo, Refugio seguro de los pecadores!: todos experimentan tu gran misericordia.
Atiende a mis deseos de alcanzar la Divina Sabiduría, y recibe para ello los votos y ofrendas que en mi bajeza vengo a presentar.
Yo, N.N., pecador infiel, renuevo y ratifico hoy en tus manos hoy en tus manos los votos de mi Bautismo: renuncio para siempre a Satanás, a sus pompas y a sus obras, y me consagro totalmente a Jesucristo, la Sabiduría encarnada, para llevar mi cruz en su seguimiento todos los días de mi vida y a fin de serle más fiel de lo que he sido hasta ahora.
Te escojo hoy en presencia de toda la corte celestial, por mi Madre y Señora. Te entrego y consagro, en calidad de esclavo, mi cuerpo y mi alma, mis bienes interiores y exteriores, y hasta el valor de mis buenas acciones pasadas, presentes y futuras.
Te dejo un entero y pleno derecho para que dispongas de mí y de cuanto me pertenece sin excepción, según tu voluntad, para la mayor gloria de Dios en el tiempo y la eternidad.
¡Recibe, Virgen bondadosa!, esta humilde ofrenda de mi esclavitud: en honor y unión de la sumisión que la Sabiduría eterna ha querido tener para con tu maternidad; como homenaje al poder que ambos tienen sobre este gusanillo y miserable pecador; y en acción de gracias por los privilegios con los que la Santísima Trinidad ha querido favorecerte.
Declaro que de hoy en adelante quiero, como verdadero esclavo tuyo, buscar tu honor y obedecerte en todo.
¡Madre admirable!, preséntame a tu querido Hijo en calidad de eterno esclavo, a fin de que, habiéndome rescatado por tu mediación, me reciba ahora de tu mano.
¡Madre de misericordia!, concédeme la gracia de alcanzar la verdadera Sabiduría de Dios, colocándome, con ese fin, en el número de aquellos a quipenes amas, enseñas  diriges, nutres y proteges como a tus verdaderos hijos y esclavos.
¡Virgen fiel!, haz que yo sea en todo tan perfecto discípulo, imitador y esclavo de la Sabiduría encarnada, Jesucristo. Tu Hijo, que logre llegar, por tu intercesión y a ejemplo tuyo, a la plenitud de su edad en la tierra y de su gloria en el Cielo. Amén.
 













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