domingo, 26 de enero de 2014

Examen de conciencia







                                                                            
EXAMEN DE CONCIENCIA
Ir a confesarse.
Igual que los cinco dedos de la mano para ir a confesarse hay cinco pasos:
1)1.     Examen de conciencia.
2)   2.Dolor de los pecados.
3)      3.Propósito de enmienda.
4)      4.Confesión.
5)      5.Paciencia.
1_ Es un esfuerzo sincero de recordar no sólo los pecados cometidos desde la última confesión, sino especialmente las actitudes que ocasionaron el pecado.
Los pecados no son simplemente caídas: es el compartir con lo que es actualmente malo; incredulidad, indiferencia, egoísmo, violencia, desprecio al débil, sensualidad racismo, negligencia hacia el pobre, buscar sólo dinero, un espíritu de superioridad.
Cada pecado, aún un pecado personal, tiene dimensiones de comunidad, afecta a toda la iglesia.
Cada pecado debe mover en nosotros sentimientos de humilde pesar y de confianza al pedir perdón.
Empiece su examen de conciencia con una oración corta al Espíritu Santo para que lo ayude:
A.     Examen de conciencia para adultos usando los diez mandamientos.
1.      Dios.
¿He reemplazado a Dios con otros dioses como dinero, sexo superstición, posesiones?
2.      El nombre de Dios:
_ Digo blasfemias, uso el nombre de Dios o de Jesús con irreverencia? ¿Porqué?
3.      El día de Dios.
¿Voy a misa  los domingos? Si no ¿Por qué? ¿Hago del domingo un día de descanso completo o es un día de compras, para lavar, limpiar la casa?
4.      Los padres.
¿Honro, amo y respeto a mis padres? ¿Los cuido o los abandono?
5.      La vida.
¿Me enojo con facilidad? ¿Soy vengativo? ¿Se las hago pagar a otro cuando me pasa algo? Respeto la vida del vientre a la tumba o ayudo en abortos como médico padre ó pareja?
¿He considerado alguna vez la eustanasia o el suicidio?
6.      y 9. Los esposos.
¿Respeto el sexo como algo sagrado? ¿Miro a otros con lujuria en mi corazón como objetos de mi propia satisfacción sexual?
¿Miro, vendo o guardo material pornográfico? ¿Me dejo dominar por pensamientos impuros, deseos, palabras o acciones, sólo ó con otros? ¿Me he masturbado, fornicado o cometido adulterio? ¿Uso anticonceptivos? ¿Me han hecho una vasectomía o ligado los tubos?
7.      Y 10 Las posesiones.
¿Respeto la propiedad ajena? ¿Soy avaricioso o envidioso? ¿Gano honestamente un día de trabajo? Si soy el amo dueño o patrón pago un salario que permita a esa persona o personas vivir decentemente?
8.      La reputación.
¿Digo mentiras? ¿Juzgo a los demás precipitadamente? ¿Soy culpable de calumniar difamar o murmurar?
B.     Un examen de conciencia para los jóvenes.
El pecado es una falta de amor a Dios y a  otros y a uno mismo.
Dios:
El amor demanda comunicación; sin comunicación, sin comunión, sin hablar, no hay amor.
¿Hablo con Dios?
¿Cuándo me levanto?
¿Cuándo me acuesto?
¿Cuándo tengo problemas?
Otros:
Las acciones dicen más que las palabras; el amor exige acciones. El amor no es ocioso: donde existe hay grandes cosas.
¿Obedezco a mi padre y a mi madre en la casa, y a mis profesores en el colegio?
¿Soy desconsiderado con mis hermanos: les digo apodos, peleo, les tengo envidia?
¿robo o hago trampas?
Conmigo mismo:
La caridad empieza en la casa. No se puede dar lo que no se tiene. Si uno no ama a sí mismo no podrá amar a nadie más.
¿Uso mis talentos o pierdo el tiempo con exceso de televisión?
¿Permito que Satanás entre en mi vida por medio de las drogas, la bebida o la pornografía?
¿Soy puro de pensamientos, deseos, palabras, con referencia a las personas del sexo opuesto?
¿Soy orgulloso: creo que no necesito nada de nadie?
¿Soy egoísta pensando sólo en mí mismo?
El pecado es el _“ Yo síndrome”_ que se ha vuelto loco.
II. Contrición: Después de descubrir sus sentimientos dígale a Dios que lo siente.
A.     Un acto de contrición tiene tres partes:
1_ Dice que lo siente_ ”Oh Dios mío me arrepiento de todos mis pecados”.
2- Muestra que está arrepentido diciendo que tratará de enmendarse- “Trataré de enmendarme”
3- No puede enmendarse sin la ayuda de Dios y por eso dice: Por favor, ayúdame con tu gracia”.
B.     Este es un buen acto de contrición:
“Oh Dios mío, me arrepiento de todos mis pecados. Trataré de enmendarme. Por favor, ayúdame con tu gracia”.
III. Resolución: El verdadero dolor incluye siempre la resolución de tratar de no hacerlo otra vez.
“Hacer penitencia quiere decir sobre todo, restablecer el balance y la armonía rotos por el pecado, cambiar de dirección aún a costa de sacrificio.
Hacer penitencia quiere decir empezar una hoja limpia, como hizo Zaqueo, Jesús dijo: “Zaqueo, baja pronto, porque conviene que hoy me quede en tu casa”. Bajó en seguida y lo recibió gozoso. Al ver esto todos murmuraban y decían: “Se ha alojado en la casa de un pecador” .Más Zaqueo puesto en pie dijo al Señor: “Voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres; y si he defraudado a alguien le devolveré el cuádruplo” .Jesús le dijo: “Hoy entró la salvación en esta casa”.
Confesión.
Significa reconocer los pecados como dimas en la cruz. El otro ladrón injurió a Jesús, pero Dimas le reprendió diciendo: “Ni siquiera temes a Dios tú que estás en el mismo suplicio?, nosotros a la verdad justamente, porque recibimos lo merecido por nuestras obras, pero éste ningún mal ha hecho.2
A.     Recuerde que la confesión es un diálogo acerca de sus pecados, sus sentimientos y sus actitudes.
B.     Escuche al sacerdote. El le dará una penitencia y entonces le dirá que haga un acto de contrición.
Haga esto y recuerde su penitencia.
C.     Entonces el sacerdote le absuelve de sus pecados. El hace esto haciendo la señal de la cruz, en el nombre del padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Cuando él dice esas palabras usted debe hacer la señal de la cruz también y contestar “Amén”
D.     El sacerdote termina diciendo: “Dé gracias al Señor porque El es bueno”
Usted responde:” Su misericordia perdura siempre. Gracias, Padre”
Salga y haga la penitencia que le han dado. Su penitencia disminuye el purgatorio.
Todo es tan simple. Los que encuentran la confesión difícil son los que permanecen alejados de ella.
Pero esos que usan el sacramento con frecuencia, por lo menos mensualmente, experimentan no sólo un profundo regocijo sino también una ayuda muy, muy positiva para vivir la vida que Dios nos ha llamado a vivir.